miércoles, 1 de abril de 2009

Épica LATINA (LA FARSALIA)


Lucano se había propuesto regresar a la antigua tradición romana de la epopeya histórica, pero decidido a no dejar intervenir ningún elemento maravilloso e irracional, lo que se oponía a las corrientes contemporáneas que seguían el modelo virgiliano de narración legendaria y mitológica, recibió por esta causa una dura crítica por parte de Petronio en su libro Satiricón, donde, por boca de Eumolpo, se señala que no se pueden poetizar hechos como la guerra civil sin un serio bagaje de conocimientos. A continuación, Eumolpo improvisa un canto de cerca de 300 versos, de imitación virgiliana, como ejemplo de como debe ser este tipo de composición.
En el proyecto inicial, Lucano pretendía llevar su relación histórica versificada hasta la muerte de Julio César o la batalla de Filipos, pero sus planes quedaron inconclusos. Así, la obra, tal y como ha llegado hasta nosotros, esta compuesta por 8.000 hexámetros en diez libros. El décimo se interrumpe en el verso 546. Los primeros tres libros, dedicados a Nerón, aparecieron en vida del autor. Los restantes se publicaron póstumamente debido al veto del emperador, que claramente distinguía en ellos los motivos antimonárquicos.
Este cambio de tono en la composición es reflejo directo de las vicisitudes personales de su autor, desde el ampuloso elogio neroniano del primer libro hasta la exaltación de los pompeyanos y la añoranza de la libertad republicana en los últimos. Por lo demás, a pesar de la rapidez con que fue compuesto el poema, este sigue un orden estrictamente cronológico, con un movimiento regular y sin notables diferencias de estilo, y una intensificación del tono retórico a partir del libro VI. Algunas de las descripciones de los personajes están dotadas de gran fuerza, como cuando en el caso del envejecido Pompeyo, en el libro I, señala que: «Se mantenía como sombra de un gran nombre». Los defectos de su estilo, que a veces resulta oscuro y recargado, hay que achacarlos en cualquier modo a su temprana muerte, que le impidió un repaso de su obra. Toda ella, en conjunto, ha sido considerada por los críticos como precursora del nuevo clasicismo latino, que más adelante impondrían Tácito y Juvenal.
Algunos críticos ven este poema como una visión antiimperial en la que Lucano se burla de Nerón.

3.4. Literatura en lenguas no europeas. Genji. El collar de la paloma. Las mil y una noches.


La historia de Genji, escrita por la cortesana japonesa del siglo X Murasaki Shikibu, puede ser considerada como la primera novela psicológica de la que tenemos noticia. En ella, lo importante es el desarrollo de la personalidad del protagonista. Su primer equivalente europeo es La princesa de Cleves, de Madame de Lafayette (siglo XVII).
El collar de la paloma es un bella obra cordobesa del mismo siglo, compuesta por Ibn Hazm. Es un tratado sobre la naturaleza del amor, con influencia neoplatónica, y será una fuente importante del "amor cortés" provenzal.
La más famosa colección de cuentos -Las mil y una noches- no fue conocida en Europa hasta el siglo XIX, aunque su transmisión fuera la misma que las de las otras recopilaciones orientales. Recogidas por los persas y transmitidas por los árabes, serán muy celebradas en Europa

3.3.4. Literatura alegórica. Dante.


La alegoría, en la Edad Media, no es únicamente un recurso estilístico, sino una poderosa herramienta mnemotécnica -en una época donde la memoria lo es todo, pues reside en el corazón ("reCORDar")- y, también, una fuente de conocimiento. Es famosísima la alegoría de las Siete Artes Liberales del citado Alain de Lille, que representa un "carro alegórico ideado por Fronesis (la Sabiduría) para viajar a los cielos y que construyen siete jóvenes (las siete Artes Liberales, atributos de Fronesis): la Gramática hace el timón, la Dialéctica el eje, la Retórica dora las piezas y las cuatro restantes —Aritmética, Música, Geometría y Astronomía— se ocupan de las cuatro ruedas. Los cinco sentidos, como caballos, componen el tiro".
No pocas veces, el pretexto para elaborar estos complejos mundos simbólicos es el "sueño": el autor se adormece y sueña con ideas que se personifican. Un recurso más original para introducir la alegoría de una manera casi imperceptible, haciendo que el lector se adentre descuidado y caiga de repente en la cuenta de que los símbolos lo rodean, es el que emplea magistralmente Berceo en su introducción a los Milagros de Nuestra Señora.
Quizás los dos ejemplos de literatura alegórica más acabados sean La Divina Comedia de Dante y el Roman de la Rose de Lorris y Meun. La primera es una visión de ultratumba,con una descripción pormenorizada del infierno, el purgatorio y el paraíso, y una lista exhaustiva de sus ocupantes, en la que no debe excluirse una venganza personal de Dante, un perdedor político. En cualquier caso, la riqueza de sus símbolos y la fortaleza de su estructura literaria explican en parte la fama literaria de la obra.
La segunda, en la primera parte compuesta por Guillermo de Lorris, es un "sueño" con fondo de amor cortés; y una terrible invectiva contra las mujeres en la segunda, de Juan de Meun, que será el comienzo de un larguísimo y supranacional debate sobre la calidad de las mujeres, la "querelle des femmes". En este debate es fundamental la aportación de Cristina de Pizan, con su libro La ciudad de las mujeres (siglo XV).

Divina Comedia: Dante ( Resumen)

La divina comedia narra la travesía de Dante en el infierno, cielo y purgatorio con la ayuda de diferentes guías quienes recibieron ordenes de mostrarle a Dante estos 3 lugares de la misma virgen Maria. En el infierno y purgatorio lo guía Virgilio dramaturgo romano autor de la Eneida
En el cielo lo guía Beatriz mujer de la cual Dante estaba enamorado pero que en la vida real no le correspondió, pero aquí como homenaje a ella la representa como la receptora de todas las virtudes humanas.
En la travesía Dante se va encontrando con diferentes personajes de la edad antigua como por ejemplo Sócrates, Homero, el mismo Virgilio(cabe destacar que Dante siempre ve a Virgilio como su maestro y piensa que Virgilio lo sabe todo) , Alejandro el grande, Atila y muchos otros personajes muchos romanos, griegos y de la edad media (muchos papas).
En la travesía Dante va aprendiendo diferentes lecciones como por ejemplo el de la humildad.
Comienza la travesía de nuestro héroe en la selva negra donde ve a tres bestias que representan tres vicios. En el infierno el va empezando su viaje desde el circulo (lugar donde castigan a los pecadores) del mas bajo nivel a los mas altos pecados.

3.3.3. Poesía. Amor cortés. Debates. Lais.

Puede decirse, sin temor a errar demasiado, que el nacimiento de la poesía moderna tiene lugar en la Edad Media, en la Provenza, hacia el siglo XI. Las temáticas, la métrica y el contexto poético no variarán sustancialmente hasta la revolución estética del siglo XX.
En síntesis, la poesía trovadoresca provenzal es un movimiento literario de extraordinaria fuerza expansiva por toda Europa. Se basa, grosso modo, en la aplicación de la ideología feudal a la relación entre el poeta y el objeto de su poesía, una mujer que no es su esposa.
Numerosos nobles, como Guillermo de Aquitania, y no pocos burgueses, se entregan a esta nueva moda poética. También descuellan las mujeres. Precisamente, María de Francia cultiva un subgénero mixto entre lírica y épica, los "lais", en los que se relatan con tono emotivo breves aventuras caballerescas.
La influencia provenzal sobre la cercana Italia dará lugar, en los siglos XIII y XIV, al nacimiento del Dolce Stil Nuovo, corriente poética que afianza el concepto de la poesía como conocimiento: la contemplación extática de la belleza de la amada es un avance de las maravillas celestes (Lo que remite a Platón y a su mundo de las ideas). Su representante más conocido es, sin duda, Petrarca: su Canzionere será el libro de cabecera de los poetas europeos de los siglos venideros.





Los Lais de María de Francia son una serie de poemas narrativos cortos (layes o lais) escritos en anglo-normando, centrados generalmente en glorificar conceptos del amor cortesano describiendo las aventuras de un determinado héroe.

3.3.2. Teatro. Los autos medievales.

Es tan escaso el número de obras del teatro medieval que casi se podría hablar de un misterio literario. El analfabetismo generalizado, la valoración de lo improvisado y la decadencia de la cultura urbana no favorecen la conservación por escrito de los textos. En cierto modo, las obras teatrales podrían haber sido los verdaderos textos malditos de la Edad Media, muy por encima del libro segundo de la poética aristótelica.
Hay restos de un teatro sacro poco desarrollado, en el que se miman momentos claves del evangelio (Quem quaeritis, sobre la resurrección) o se dramatizan piezas proféticas (las Sibilas) o alegóricas (Ordo Virtutum). En las más complejas, el papel de la música es determinante: la más conocida es el Ludus Danielis, que narra el festín de Baltasar y la caída de Babilonia ante las tropas del persa Darío.
El teatro profano es mucho más exiguo. Quizás la pieza más importante sea el Jeu de Robin y Marion, una "pastorela", con varias partes puestas en música por Adam de la Halle.

3.3.1. Narrativa: Las materias. Narrativa culta. Cuentística.


Como herencia del mundo clásico, la narrativa medieval se compone, sobre todo, en verso; y se agrupan las obras en "materias", es decir, temáticas; las más importantes son las siguientes: la materia de Grecia y Roma, la de Francia y la de Bretaña.
Esta última se origina en la citada Historia de Godofredo de Monmouth, y su autor más importante es Chretien de Troyes (siglo XII), al servicio de María de Francia, en la corte de Champaña: sus novelas más conocidas son Lancelot, el caballero de la carreta, y Perceval o el Cuento del Grial.
El enorme éxito de la novela caballeresca, ligada fuertemente a los postulados del amor cortés -en especial, el amor adulterino-, acabará por dar nacimiento a los famosísimos libros de caballerías, ya al final de la Edad Media.
En el siglo XIV se crean las primeras novelas propiamente dichas, en prosa y de breve contenido, por lo que se agrupan en colecciones. La más famosa es, sin duda, el Decamerón de Giovanni Boccacio. Si en ésta el pretexto para narrar historias agradables es entretener el tiempo en una villa de las afueras de una Florencia tomada por la peste, en los Cuentos de Canterbury, de Chaucer, es la de aligerar el camino de los romeros que se dirigen a venerar las reliquias de Santo Tomás Becket.
En general, el gusto por el relato breve y moralizante es común de toda la Edad Media. Prevalece la idea de la "pildora dorada": la medicina -la moraleja- se toma mejor si se endulza con azúcar -si es el colofón de un gustoso cuento-. Para satisfacer este afán, se importan numerosas recopilaciones de cuentos orientales, que se organizan y trabajan para crear espejos. Una de las leyendas más fructíferas será la de Buda: el príncipe al que se le ha evitado todo conocimiento del dolor humano, y que lo descubre brutalmente ante un cadáver.

3.3 Las Lenguas Vernáculas


Fuera de la épica, sólo conservamos obras en lengua vulgar desde el siglo XI. Es la literatura románica, que coincide con el auge de ese estilo arquitectónico. En ella es determinante el papel de la mujer, como personaje, modelo, mecenas, musa y, más raramente, como autora.
Cómo un ser que antes había sido considerado un animal sin alma logra ese papel preponderante en las letras europeas, es difícil de explicar. Parece que, en cierto modo, el igualitarismo de la herejía cátara, que se originó y extendió en la Provenza, la tierra del amor cortés, tuvo algo que ver.
La iglesia católica respondió -aparte la espada y la hoguera- con el ensalzamiento de la Virgen María, que hasta entonces había tenido un lugar muy secundario en el cristianismo. Y aunque la Virgen fuera un modelo inalcanzable, al menos otorgaba una naturaleza benigna a lo que toda mujer compartía con ella, su feminidad
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